La noche anterior lo único que hice fue abrir las cortinas para que entrara el solcito de la mañana y secara la ropa, la Caro me lo insinuó maliciosamente y hasta deseando que el día de mañana estuviese horrendo, dicho y hecho nada más, llovió, aún llueve creo, y mi ropa espera pacientemente que se abran las grandes alamedas donde entre el sol libre (léase como aquel bigotón, 4 ojos de los años 70).
Ya vendrá el sol, secará mi ropa...
viernes, 14 de mayo de 2010
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