Diario del Departamento Nuevo: Adios

No es fácil despedirme de ti, siempre estuviste para mi, nunca me abandonaste, escuchaste y soportaste todo lo que pudiste, entendías cuando salia con mi señora, y cuando te necesite, ahí estuviste, siempre fiel, siempre atenta, vestida para la ocasión con tu traje azul que tanto me gustaba, como olvidar esos momentos en el que jugábamos a ese juego que solo tu podías jugar conmigo, podíamos estar horas... (suspiro)... ahhh mi negrita.

Pero no todo era color de rosa, nuestra relación tuvo intermitencias, hubo momentos en que no estuvimos tan juntos como tu quisiste, incluso hubo largos meses en los que te utilicé casi como una vitrina, pero no cualquier vitrina, eras quien albergaba muchos recuerdos de mi infancia y mis múltiples hobbies, nunca, pero nunca te quejaste, me miraba en tu reflejo y querías que te desvistiera y jugáramos.

La ultima vez que estuvimos juntos fue en el cumpleaños de la Caro, cuando entre Enrique y yo (el burro por delante), te metimos las bolas por tus múltiples hoyos, parecías disfrutarlo, escuchamos varios sonidos, pero no eran quejas, eran sonidos de alegría, cuando acabamos de jugar, tu también acabaste de jugar, fue nuestra ultima vez. Espero que lo recuerdes y sonrías pensando en ese momento, ahora tengo otra, que no es como tu, es mas transparente, pero no se puede jugar con ella como lo hacia contigo, a esta solo la miro, no le puedo meter cosas ni enderezarte las patas, pero esta vez, es de elección de la Caro y mía, es aceptada por ambos y tenemos una linda relación semi abierta (es una contrafacción ya que la nueva es un poco cuadrada para sus cosas).

No te preocupes, quien sea que te tenga, te usara de la mejor manera que encuentre, ojala que con cariño, pero nadie te meterá las bolas como lo hacia yo...