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sábado, 10 de septiembre de 2011

Memorias de un runner

Ayer en la noche me dije a mi mismo “mismo, mañana te levantas a las 6 am y sales a correr, estas gordo”, me encontré en toda la razón (si yo no me doy la razón, ¿nadie me la dará no cree usted?), en fin… Eso que dicen que el hombre casado engorda, puedo decir por coincidencia o a ciencia cierta que es verdad, podríamos enviarle el caso a los cazadores de mitos, en una de esas nos entregara el timbre de “verdadero o falso”. (Según la Caro ya estaba guatón cuando me casé, debo decirlo).

Si usted señor lector se pregunta ¿Qué diablos es un “runner”?, es una traducción gringa de “weon que corre” (en buen chileno), ahora usted podría estar pensando ¿Cuál es la relación que tiene esto con el blog?, bueno, el blog es mio y escribo lo que quiero, ¿tiene algún problema con esto? ¿ah? ¿ah? Si usted sabe donde vivo puede venir a tirarme huevos si quiere, es cosa suya.

Bueno, volviendo a la historia inicial (pasando por alto la agresividad del párrafo previo), sonó el despertador puntual a las 6 am (la tecnología no falla en ese sentido), ese infernal “bip bip bip bip bip bip bip bip bip.. etc etc”, y por supuesto la apagué y seguí durmiendo, resignado me levante, fui  a trabajar y volví al hogar, y otra vez me dije a mismo “ya, ahora si saldrás, no tienes escusa!!”, me saqué toda la ropa de oficina, me puse un buzo una camiseta de futbol, y un polerón para el frio, me calcé toda la indumentaria deportiva, estaba en la puerta y me percate que no tenía música para escuchar mientras corre, porque todo runner  que se autodenomina runner tiene que escuchar música, y ninguno de mis 24 mp3 o mp4  estaban con carga, así es que obligado a encender el computador, ponerle música a la blackberry, ver facebook, revisar las estadísticas del blog, y PUF, se nos fueron 35 minutos.

Luego de sacar la vuelta  lo suficiente, la conciencia me volvió a pesar, más que mal ya estaba vestido de runner, entonces, salí de la casa, caminé hasta Vespucio  puse play en el blackberry, y me di a mi auto carrera, media cuadra, todo bien, una cuadra, un poco menos, cuadra y media, lengua afuera, si, así de simple y de sencillo, tengo 30 años y no puedo correr cuadra y media sin necesitar parar, puede que no esté joven pero tampoco viejo para tener tan mal estado físico, cada esquina era una meta,  cada paso era una gota de sudor, esa gota que estuvo 6 meses esperando salir,  ese liquido que decía “bien, por fin haces algo útil”.

Posteriormente cada esquina se hacía más lejana, el semáforo en rojo que al principio era un “ya pues que cambie a verde”, mutaba, ahora era un “que se mantenga en rojo lo más posible para que no tenga que dar ningún paso más”, cuando pasaba alguien corriendo por el frente ponía un rostro de runner y mejoraba la postura, algo de dignidad tengo.

El camino se me ponía cuesta arriba, tenía que volver, no  salí con billetera ni con tarjeta BIP,  por ende si me pasaba algo, estaba indocumentado, sin dinero y sin como poder volver, era un vil vagabundo dándoselas de atleta.  Entre tanto jadeo, tanto trote  y caminata, me daba animos como Nicolas Massu, “vamos todavía” me decía, “queda poco para el semáforo”, pasaban otros runners y yo, ponía mi cara de runner, obvio.

No andaba con ella, imagen robada desde aqui


Volví, exitoso, un tanto cansado (ya venía caminando, olvídense del trote), me duché, sentí ese sudor caer, si, puede sonar asqueroso, (la caro acaba de roncar a mi lado, según ella no ronca, son las 1:05 am), después de ese comentario aparte, sigo, si, puede sonar asqueroso el tema del sudor, pero simboliza todas las calorías, todos los músculos que hiciste trabajar y que  no estaban acostumbrados a ese trabajo, me enfrié, fui donde el Lucho a entregarle  lo que les había traído desde Rio a él y a Enrique, y ahora, me duele el tobillo izquierdo y la rodilla derecha, super bien, pero es mi primer día, y esperemos que mejoré, (si es que otro día salgo).


Yo creía que todas las calorías y todo ese esfuerzo había servido de algo, fui a la cocina y encontré un rico queque de chocolate que mi linda señora había cocinado, y saque un pedacito, luego otro, y me percate, lo sentí, tuve un presentimiento que había cometido un error, pero no hay remordimiento, estaba muy rico, además que fue sin querer queriendo,  como diría el Chavo del 8.

Que rico el queque

Fue sin querer queriendo, imagen robada desde aqui

Y aquí me tienen, un runner, (1° dia pero runner), la meta es sacar a la Caro a correr, veamos cómo nos va.