Grandes cambios requieren grandes sacrificios

"Se vende", dije al viento, y a 50 centímetros llego un "¿Que vendes?", y la respuesta fue "una comoda y un closet, ya que el que tenemos solo caben mis cosas", y ahora hay que tener un mega closet alrededor de la televisión, que no se mueve ni con la fuerza pública. De paso deslice la teoría de vender el sillón y la mesa del comedor, no pensé lo que iba a ocurrir...

Cuento corto, llegó un día sábado Carlos, compañero de trabajo, y el muy vil, se llevó el comedor, el sillón, la mesa de centro (no la de pool), además de lo primordial, osea, el closet y la comoda.

No imaginé que de un día para otro me iba a quedar sin muebles, pero como dice el titulo, grandes cambios, son grandes sacrificios. fueron grandes amigos que duraron 18 meses, meses en que se notaban que estaban felices.

Se avecinan grandes cambios, esperemos que todo resulte como esperemos y que los futuros closet y cajones soporten todo lo que esta por llegar.

Coset y comoda

Asi llegó el señor closet y la señora comoda

En su mejor momento, cumpliendo su mision.

Closet: Albergó toda la ropa, todos mis zapatos, con un sagrado sello invisible, llego desarmado y fue armado con nuestras propias manos, en su interior estuvieron mis ternos, mis poleras y pantalones, unos mas arrugados que otros, pero siempre de una u otra manera cerraba, sera recordado como "ese inmenso bloque de madera prensada para la ropa vertical".

Comoda: Aunque el nombre es muy ingrato, siempre estuvo ahí, tambaleo por momentos, guardo sabiamente la ropa interior, las poleras y muchas cosas mas que siempre cuido con su vida, siempre al lado de su inseparable amigo closet, al menos se van juntos a su nueva casa, sera recordado como "el robin de los muebles" (porque el batman era el closet).

Sillón

Así llego el señor sillón, aún en su cascaron

En su mejor momento, el día de hoy.

Cuantos programas de televisión vio, cuantas comidas y picoteos (de comida, mal pensados), a cuantos cuerpos les dio confort, siempre cafe nunca cambio de color ni se ruborizo cuando hablaban mal de el o cuando era sobre exigido por todo tipo de pesos, elemento fijo y titular en el equipo de panoramas, será reemplazado por uno similar, se va, pero no será olvidado facilmente, se recordará como "el titular".

Comedor

Tuvo su momento romantico

Su momento mexicano

Su momento familiar

Siempre tenía algo encima, cual kenita (chan!), siempre atento a ser solicitado, sufrio caida de jugos, licores, mayonesas, soporto el peso de muchas monedas, siempre con su fiel compañero "regalo de cocho" (una cosita trasparente con utensilios para cortar quesos), cuantos fideos, arroces, tacos y pizzas soporto, no tuvo mucha accion de comida, siempre fue el escritorio designado, nunca claudico en su labor, con sus 4 sillas que
 durante mi cumpleaños del 2010 tuvo su prueba de fuego, posteriormente una silla se unio al clan del dormitorio para la ropa ya usada (y no  sucia), ahora, se van tal como llegaron, todos juntos, armadas a mano por Carolina y su hermana Daniela, una historia en que me enoje y  despues se me paso (como todo en la vida, pero esa historia es ya parte del pasado), aun no se tiene pensado su reemplazo, se asume que será de vidrio, nunca se sabe... Querido comedor, llegaste desarmado, ahora te vas con varias historias que contar, que tengas larga vida, hasta pronto, mi "linterna con 4 pilas".

Mesa de centro

Así llego, desarmado

Momentos de gloria

Momento actual

 Siempre fue apoyo, nunca fue titular gracias al arribo de la mesa de pool, talves le pude haber dado mas usos, siempre con plantas encima, no se puede decir que no fueron utiles  siempre ahi, con la sonrisa en sus maderos aglomerados esperando ser usados, albergaron ataris, cables, telefonos, y plantas varias. Siempre se miraban los 3, se sacaban picas cuando estaban guardados o se mandaban saludos cuando estaban ocupados, serán recordados como "el equipo perfecto, la trilogia".

Imagen extraida desde aqui

Larga vida y prosperidad (Lease como el señor Spok), es el mensaje de despedida para usted señor o señora lectora, para los que nos dejan y para los que vendran a partir de esta semana.